









La antigua isla de San Cristóbal, a la altura del barrio de La Peña, desapareció gracias al agua. No fue engullida por el Nervión, pero sí sucumbió a su ira. Tras las inundaciones de 1983, que anegaron la parte baja de Bilbao, el Ayuntamiento acometió varias remodelaciones en el cauce que hizo variar el curso de las aguas y de la reciente historia de la ciudad
Poco después de la curva que describe el río antes de recibir la influencia de la marea, en La Peña, propiamente Ollargan, existió la pequeña Isla de San Cristóbal, que se comunicaba con las orillas mediante tres pasarelas: una metálica sobre dos esbeltas pilas de sillería desde el paseo de los Caños y las otras, hacia el camino de La Peña; la primera apoyada sobre tres tajamares y la otra con el tablero suspendido de una estructura metálica en forma parabólica.
En la Isla de San Cristobal se radicó la planta que depuraba el agua extraída de la ría para llevarla mediante bombas hasta un depósito ubicado en el alto de Miraflores construido en 1886. Durante décadas el perfil de la isla estuvo marcado por el edificio industrial modernista que contenía dos chimeneas de 25 metros de altura.
Además de las bombas y los elementos depuradores también contenía la maquinaria suficiente para aprovechar la energía eléctrica que se creaba en los pequeños saltos de agua que flanqueaban la isla. Una energía que permitió alumbrar las calles de un Bilbao en constante expansión. La infraestructura industrial ocupaba casi toda la isla y, a pesar de su escasa superficie, llegó a contar hasta con tres conexiones con las orillas. Una pasarela era metálica, apoyada sobre dos esbeltas pilastras de piedra de sillería, y que conectaba con el actual paseo de Los Caños.
Las otras dos unían la isla con el barrio más densamente poblado y una de ellas estaba compuesta por un tablero suspendido de una estructura metálica en forma parabólica que se asemejaba a la silueta del futuro arco de San Mamés. (Texto de Alberto Garcia)
El abastecimiento de agua a la Villa exigió un nuevo plan realizado en 1879 por el ingeniero Ernesto Hoffmeyer, con dos redes de conducción. Una, de agua potable alimentada por recursos cercanos para beber y cocinar, y otra de agua no potable para usos higiénicos e industriales. Extraída del río mediante una estación de depuración y también para la producción de energía eléctrica con destino al alumbrado público, aprovechando los saltos de agua existentes a cada lado de la isla de San Cristóbal. La instalación estaba contenida en una bellísima edificación industrial de estilo modernista de excelente ejecución con dos altas chimeneas de 25 m. de altura que ocupaba la casi totalidad de la isla. Elevaba el agua mediante bombas hasta el depósito de Miraflores, construido en 1886, junto con un magnífico palacete de oficinas, de estilo neopaladiano, de ladrillo y piedra caliza todo ello según proyecto de Hoffmeyer

Un amable lector, Kike, me corrige un error sobre esta foto antigua y me informa al respecto
La foto es de una pasarela que está río abajo y que estaba junto a la desaparecida isla de San Cristobal (árboles de la izquierda), hoy más o menos calle Zamakola 72-74. de hecho, hoy todavía existe la separación entre ambos bloques de viviendas porque ahí iba a parar la citada pasarela (o puente, como le queramos llamar).